Aninat Galería

Noticias aux

"Cinco episodios y una búsqueda permanente" Magdalena Correa en MAC

A partir de este miércoles 3 de Agosto, Magdalena Correa se presenta en MAC con su exhibición Cinco episodios y una búsqueda permanente. En donde presenta una serie de proyectos audiovisuales que reflejan escenas de diversos lugares del mundo, entre ellos: el pueblo Suiti, ubicado en la parte occidental de Letonia; la vida del asentamiento La Rinconada, a casi seis mil metros de altitud en la provincia de San Antonio de Putina, en Perú; pasajes de villa Las Estrellas en el territorio chileno antártico ubicado en Bahía Fildes, Isla Rey Jorge; sumado a registros en Nairobi, Kenia y tribus de la península de La Guajira, en Colombia


AVES MIGRATORIAS

 

A pesar de que estaba en su lugar, con los suyos, una continua inquietud interna la hacía sentir incómoda. No sabía definirla con exactitud, pero la sentía como una exigencia imperiosa a satisfacer.

 

Ya sabemos que las aves migratorias viajan por necesidad, en búsqueda de recursos tróficos cuando los cambios estacionales los reducen a escala local, pero a diferencia del resto de los suyos, su carencia era de alimento emocional. Precisaba un cierto tipo de sustento más para el alma que para el buche.

 

Habían llegado a sus oídos comentarios acerca de algo llamado sentimientos.  Pero no le bastaba con que se los enumerasen, tratasen de definírselos o le explicasen que sentiría en el hipotético caso de sufrirlos. No, quería experimentarlos por mi misma.

 

La decisión estaba tomada. Intuía que habría muchos elementos  a superar: las barreras físicas, los accidentes geográficos, las grandes masas de agua marina, los grandes desiertos. Sería necesario sortear a los depredadores, superar las inclemencias del tiempo y las enfermedades, reponerse del agotamiento, superar el miedo. Toda una proeza que llevar a cabo.

 

Así pues, un día alzó el vuelo y puso rumbo al sur más cercano. Pero pronto éste se le quedó pequeño y  emprendió viaje hacia otro sur, el del calor.



Sus objetivos comenzaban a cumplirse. En la primera parada descubrió la fortaleza de la niñez y la juventud, la resistencia que éstas ofrecen frente a la adversidad, pero también encontró la templanza, cómo abandonarse ante las situaciones dolorosas y simplemente dejarse llevar.  Descubrió el movimiento y el ritmo como terapia para desprenderse del sentimiento de carencia. Se hicieron patentes la desigualdad y la pobreza. Y volvió deprimida y triste.

 

Después de esto se preguntó: ¿Qué pasará en el frío? Decidió entonces aislarse en él, sentir como la nieve se posaba en sus alas y cómo era eso de la soledad. Se dispuso a sumergirse en el silencio y la noche y sentirse nada en la inmensidad. Lo que  encontró fue la grandeza de la solidaridad, la resiliencia, el poder de la monotonía y también el infinito universo de la fantasía. Volvió enamorada de los lugares sin lindes.

 

Ahora ya sabía porqué, como el resto de las aves migratorias, no quería entender de  los países, ni las fronteras, ni las imposiciones territoriales.

 

En la tercera y la cuarta parada se puso sus propios retos:

 

 ¿Y si asciendo todo lo que pueda hacia los cielos? ¿Qué ocurrirá? Nunca había llegado tan alto, donde el oxígeno se hace escaso.

 

Llegó hasta donde sus fuerzas le permitieron y experimentó cómo era eso de perder la cabeza, en qué consistía el delirio y  la  locura y cómo el agobio podía llevar a los humanos hasta esos estadios.

Vio correr ríos de sudor en los cuerpos y los desesperados anhelos por alcanzar las condiciones de vida que les negaban sus propios orígenes.

 

¿Cómo reaccionaré ante la falta de agua? ¿qué sentiré cuando no pueda beber?

 

Su sorpresa fue mayúscula cuando encontró el sentido del humor, la imaginación delirante y la inocencia infantil en las arenas de un desierto junto al mar.  

 

Tras la tensión de las paradas anteriores, se sentía cansada y necesitaba paz y quietud. De tal manera que buscó y encontró un lugar lleno de espiritualidad, de solidaridad, de unión a través de los cánticos, la música y los ritos religiosos, el trabajo doméstico y artesanal. Había experimentado el concepto de amistad. 

Como ave migratoria, sus vuelos no cesaron desde entonces. Éstas son sólo cinco de sus paradas en una búsqueda que continúa todavía. Lo que vas a ver es la historia en imágenes de lo que le sucedió.

-Emilio Navarro

Curador

Aninat Galeria